¿Por qué Dios permite los maremotos? Descubre lo que dice la Biblia
hace 7 meses · Actualizado hace 7 meses
Los maremotos, también conocidos como tsunamis, son uno de los desastres naturales más devastadores que pueden ocurrir en nuestro planeta. Estas gigantescas olas generadas por terremotos submarinos pueden causar una gran cantidad de destrucción y pérdida de vidas humanas. Ante la magnitud de estos eventos, es natural preguntarse por qué Dios permite que sucedan. ¿Cuál es el propósito detrás de estos desastres? ¿Qué nos enseña la Biblia al respecto?
- 1. La creación de los cielos y la tierra según Génesis 1:1
- 2. El poder de la oración en Santiago 5:17-18
- 3. Dios como creador de todas las cosas en Colosenses 1:16-17
- 4. Jesús calmó una tempestad en Marcos 4:35-41
- 5. El castigo de la tierra en Números 16:30-34
- 6. Todas las cosas ayudan para bien a los que aman a Dios en Romanos 8:28
- 7. El servicio a los necesitados en Mateo 25:37-40
- 8. El diluvio de Noé en Génesis 6-9
- 9. Las diez plagas de Egipto en Éxodo 7-12
- 10. Las pruebas y sufrimientos de Job en Job 1-2
- 11. Dios controla los elementos naturales en Salmos 18:7-15
- 12. Dios es nuestro refugio en tiempos de desastre en Salmos 46:1-3
- 13. Dios controla el clima y la naturaleza en Salmos 147:15-18
- 14. El juicio de Dios sobre la tierra en Isaías 24:1-6
- 15. La destrucción de la tierra por el pecado en Jeremías 4:23-28
- 16. La profecía de Gog y Magog en Ezequiel 38-39
- 17. Terremotos, hambrunas y pestes como señales del fin de los tiempos en Mateo 24:3-8
- 18. Terremotos, pestes y señales en el cielo como señales del fin de los tiempos en Lucas 21:11
- 19. Los jinetes del Apocalipsis y sus consecuencias en Apocalipsis 6:1-8
- 20. Las trompetas del juicio y sus efectos en Apocalipsis 8:7-12
- 21. Un terremoto que mata a siete mil personas en Apocalipsis 11:13
- 22. Las siete copas de la ira de Dios y sus desastres naturales en Apocalipsis 16:17-21
- 23. La promesa de un nuevo cielo y una nueva tierra sin desastres en Apocalipsis 21:1
1. La creación de los cielos y la tierra según Génesis 1:1
El libro de Génesis nos revela que Dios es el creador de los cielos y la tierra. En el primer versículo de la Biblia, se nos dice: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra". Esta declaración nos muestra que Dios es el soberano y el dueño de todo lo que existe en el universo. Él tiene el poder y la autoridad para permitir que ocurran maremotos y otros desastres naturales.
Es importante recordar que Dios creó un mundo perfecto, sin pecado ni sufrimiento. Sin embargo, debido a la entrada del pecado en el mundo a través de la desobediencia de Adán y Eva, la creación fue afectada por la maldición del pecado. Esto incluye la presencia de desastres naturales como los maremotos.
Por lo tanto, podemos concluir que Dios permite los maremotos como parte de la realidad caída en la que vivimos. Sin embargo, esto no significa que Dios sea el autor del mal o que disfrute del sufrimiento humano. La Biblia nos enseña que Dios es amoroso y compasivo, y que su deseo es que todos los seres humanos sean salvos y vivan en paz.
2. El poder de la oración en Santiago 5:17-18
En el libro de Santiago, encontramos un ejemplo poderoso del poder de la oración en medio de las circunstancias difíciles. En Santiago 5:17-18, se nos habla de Elías, un hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, que oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.
Este pasaje nos muestra que la oración puede tener un impacto significativo en las circunstancias naturales. Aunque no podemos controlar directamente los maremotos, podemos acudir a Dios en oración y confiar en su poder para intervenir en medio de la adversidad. La oración nos conecta con el Dios que tiene el control absoluto sobre todas las cosas, incluyendo los desastres naturales.
Es importante destacar que la respuesta de Dios a nuestras oraciones puede no ser siempre lo que esperamos o deseamos. Su sabiduría y su plan son mucho más grandes que los nuestros, y a veces permite que los desastres naturales ocurran por razones que no podemos comprender completamente. Sin embargo, podemos confiar en que Dios está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y traer bien incluso de situaciones difíciles.
3. Dios como creador de todas las cosas en Colosenses 1:16-17
En el libro de Colosenses, se nos dice que todas las cosas fueron creadas por medio de Dios y para él. En Colosenses 1:16-17, se nos dice: "Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten".
Este pasaje nos muestra que Dios es el creador y el sustentador de todas las cosas. Él tiene el poder y la autoridad sobre la naturaleza y los elementos. Aunque no siempre entendamos por qué permite que ocurran desastres naturales como los maremotos, podemos confiar en que Dios tiene un propósito y un plan más grande que nosotros.
La Biblia nos enseña que Dios es soberano y que su sabiduría es infinita. Aunque no siempre podamos comprender sus caminos, podemos confiar en que él está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y traer bien incluso de situaciones difíciles.
4. Jesús calmó una tempestad en Marcos 4:35-41
En el evangelio de Marcos, encontramos un relato poderoso que nos muestra el poder y la autoridad de Jesús sobre los elementos naturales. En Marcos 4:35-41, se nos cuenta cómo Jesús calmó una tempestad en el mar de Galilea.
En este pasaje, Jesús y sus discípulos estaban en una barca cuando se desató una gran tempestad. Las olas golpeaban la barca y los discípulos temían por sus vidas. Sin embargo, Jesús estaba durmiendo en la popa de la barca. Los discípulos lo despertaron y le dijeron: "Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?". Jesús se levantó, reprendió al viento y al mar, y cesó la tempestad.
Este relato nos muestra que Jesús tiene el poder y la autoridad para controlar los elementos naturales. Él es capaz de calmar las tormentas y traer paz en medio de la adversidad. Aunque no siempre entendamos por qué permite que ocurran desastres naturales como los maremotos, podemos confiar en que Jesús está presente en medio de nuestras dificultades y tiene el poder para intervenir en ellas.
5. El castigo de la tierra en Números 16:30-34
En el libro de Números, encontramos un ejemplo de cómo Dios utilizó un desastre natural, en este caso la apertura de la tierra, como un medio de castigo. En Números 16:30-34, se nos cuenta cómo Dios castigó a Coré y a los rebeldes que se habían levantado contra Moisés y Aarón.
En este pasaje, Dios le dijo a Moisés que se apartara de la congregación para que pudiera destruir a los rebeldes. Entonces, la tierra se abrió y tragó a Coré, a sus casas y a todos los hombres que estaban con él. Descendieron vivos al Seol y la tierra los cubrió, pereciendo de en medio de la congregación.
Este relato nos muestra que Dios tiene el poder y la autoridad para utilizar los desastres naturales como un medio de castigo. Aunque no siempre entendamos por qué permite que ocurran desastres naturales como los maremotos, podemos confiar en que Dios está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y traer justicia.
6. Todas las cosas ayudan para bien a los que aman a Dios en Romanos 8:28
En la carta a los Romanos, el apóstol Pablo nos asegura que todas las cosas, incluyendo los desastres naturales, trabajan juntas para el bien de aquellos que aman a Dios. En Romanos 8:28, se nos dice: "Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados".
Este pasaje nos muestra que Dios puede utilizar incluso los desastres naturales para cumplir su propósito y traer bien a nuestras vidas. Aunque no siempre podamos comprender sus caminos, podemos confiar en que él está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y traer bien incluso de situaciones difíciles.
Es importante destacar que esto no significa que Dios cause directamente los desastres naturales o que disfrute del sufrimiento humano. La Biblia nos enseña que Dios es amoroso y compasivo, y que su deseo es que todos los seres humanos sean salvos y vivan en paz. Sin embargo, vivimos en un mundo caído y quebrantado por el pecado, y los desastres naturales son parte de esta realidad.
7. El servicio a los necesitados en Mateo 25:37-40
En el evangelio de Mateo, Jesús nos enseña la importancia de servir a los necesitados. En Mateo 25:37-40, se nos dice: "Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis".
Este pasaje nos muestra que Dios nos llama a amar y servir a los necesitados. En medio de los desastres naturales, como los maremotos, hay muchas personas que sufren y necesitan ayuda. Como seguidores de Jesús, tenemos la responsabilidad de estar atentos a las necesidades de los demás y brindarles apoyo y ayuda práctica.
En lugar de preguntarnos por qué Dios permite los maremotos, debemos preguntarnos cómo podemos responder a las necesidades de aquellos que han sido afectados por estos desastres. Podemos orar por ellos, donar recursos y tiempo, y trabajar para aliviar su sufrimiento. Al hacerlo, estamos reflejando el amor y la compasión de Dios en medio de la adversidad.
8. El diluvio de Noé en Génesis 6-9
Uno de los relatos más conocidos de la Biblia es el del diluvio de Noé. En Génesis 6-9, se nos cuenta cómo Dios decidió destruir a la humanidad debido a su maldad y corrupción. Sin embargo, encontró gracia en los ojos de Noé y le ordenó construir un arca para salvar a su familia y a una pareja de cada especie de animales.
El diluvio fue un evento catastrófico que causó la destrucción de toda la vida en la tierra, excepto la que estaba en el arca. Aunque no podemos comprender completamente las razones detrás de este juicio divino, podemos aprender lecciones importantes de este relato.
En primer lugar, el diluvio nos muestra la seriedad del pecado y la justicia de Dios. La maldad y la corrupción de la humanidad habían llegado a un punto en el que Dios decidió intervenir y juzgar a la humanidad. Aunque el diluvio fue un evento trágico, también fue un acto de justicia divina.
En segundo lugar, el diluvio nos muestra la gracia y la misericordia de Dios. A pesar de la maldad de la humanidad, Dios encontró gracia en Noé y le dio la oportunidad de salvarse a sí mismo y a su familia. Esto nos muestra que, incluso en medio del juicio divino, Dios es misericordioso y ofrece una oportunidad de salvación.
En tercer lugar, el diluvio nos muestra la importancia de la obediencia a Dios. Noé fue obediente a las instrucciones de Dios y construyó el arca tal como se le había ordenado. Gracias a su obediencia, él y su familia fueron salvados. Este relato nos enseña la importancia de confiar en la palabra de Dios y obedecer sus mandamientos.
9. Las diez plagas de Egipto en Éxodo 7-12
Otro ejemplo de cómo Dios utiliza desastres naturales como un medio de juicio y liberación se encuentra en las diez plagas de Egipto. En Éxodo 7-12, se nos cuenta cómo Dios envió una serie de plagas sobre Egipto para liberar a los israelitas de la esclavitud.
Estas plagas incluyeron la transformación del agua del Nilo en sangre, la plaga de las ranas, la plaga de los piojos, la plaga de las moscas, la plaga del ganado, la plaga de las úlceras, la plaga de los granizos, la plaga de las langostas, la plaga de las tinieblas y la plaga de la muerte de los primogénitos.
Estas plagas fueron desastres naturales que causaron gran sufrimiento y destrucción en Egipto. Sin embargo, también fueron un medio de juicio divino sobre los dioses falsos de Egipto y una demostración del poder y la autoridad de Dios.
Este relato nos muestra que Dios tiene el poder y la autoridad para utilizar los desastres naturales como un medio de juicio y liberación. Aunque no siempre podamos comprender sus caminos, podemos confiar en que él está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y traer justicia.
10. Las pruebas y sufrimientos de Job en Job 1-2
El libro de Job nos presenta uno de los relatos más profundos y desafiantes de la Biblia. Job era un hombre justo y temeroso de Dios que sufrió grandes pruebas y sufrimientos. Perdió a sus hijos, sus posesiones y su salud. A pesar de todo esto, Job se mantuvo fiel a Dios y confió en su soberanía.
El sufrimiento de Job nos muestra que vivimos en un mundo caído y quebrantado por el pecado, donde el sufrimiento y los desastres naturales son parte de nuestra realidad. Aunque no siempre podamos comprender las razones detrás de nuestro sufrimiento, podemos confiar en que Dios está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y traer bien incluso de situaciones difíciles.
El libro de Job también nos enseña la importancia de confiar en Dios en medio del sufrimiento. Aunque Job no entendía por qué estaba sufriendo, se mantuvo fiel a Dios y confió en su soberanía. Al final, Dios restauró a Job y le bendijo con el doble de lo que había perdido.
11. Dios controla los elementos naturales en Salmos 18:7-15
En el libro de los Salmos, encontramos numerosos pasajes que nos hablan del poder y la autoridad de Dios sobre los elementos naturales. En Salmos 18:7-15, se nos dice: "Entonces la tierra fue conmovida y tembló; los cimientos de los montes se estremecieron y se agitaron, porque se indignó él. Humo subió de su nariz, y de su boca fuego consumidor; carbones fueron por él encendidos. Inclinó los cielos, y descendió; y había densas tinieblas debajo de sus pies. Cabalgó sobre un querubín, y voló; voló sobre las alas del viento. Puso tinieblas por su escondedero, por cortina suya alrededor de sí; oscuridad de aguas, nubes de los cielos. Por el resplandor de su presencia se deshicieron sus nubes, granizo y carbones ardientes. Tronó en los cielos Jehová, y el Altísimo dio su voz; granizo y carbones de fuego. Envió sus saetas, y los dispersó; lanzó relámpagos, y los destruyó".
Este pasaje nos muestra que Dios tiene el poder y la autoridad para controlar los elementos naturales. Él puede hacer temblar la tierra, enviar fuego y granizo, y lanzar relámpagos. Aunque no siempre entendamos por qué permite que ocurran desastres naturales como los maremotos, podemos confiar en que Dios está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y manifestar su poder.
12. Dios es nuestro refugio en tiempos de desastre en Salmos 46:1-3
En el libro de los Salmos, encontramos consuelo y esperanza en medio de los desastres naturales. En Salmos 46:1-3, se nos dice: "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza".
Este pasaje nos muestra que Dios es nuestro refugio y fortaleza en medio de los desastres naturales. Aunque la tierra sea removida y los montes se traspasen al corazón del mar, no debemos temer, porque Dios está con nosotros. Él es nuestro pronto auxilio en las tribulaciones y nos sostendrá en medio de la adversidad.
En tiempos de desastre, es importante recordar que Dios está con nosotros y que podemos acudir a él en busca de consuelo y fortaleza. Él es nuestro refugio seguro y nos dará la paz que sobrepasa todo entendimiento.
13. Dios controla el clima y la naturaleza en Salmos 147:15-18
En el libro de los Salmos, encontramos más evidencia del poder y la autoridad de Dios sobre el clima y la naturaleza. En Salmos 147:15-18, se nos dice: "El envía su palabra a la tierra; velozmente corre su palabra. Da la nieve como lana, y derrama la escarcha como ceniza. Echa su hielo como pedazos; ante su frío, ¿quién resistirá? Envía su palabra, y los derrite; hace soplar su viento, y corren las aguas".
Este pasaje nos muestra que Dios tiene el poder y la autoridad para controlar el clima y la naturaleza. Él puede enviar nieve, escarcha e hielo, y también puede derretirlos con su palabra. Aunque no siempre entendamos por qué permite que ocurran desastres naturales como los maremotos, podemos confiar en que Dios está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y manifestar su poder.
14. El juicio de Dios sobre la tierra en Isaías 24:1-6
En el libro de Isaías, encontramos una descripción del juicio de Dios sobre la tierra. En Isaías 24:1-6, se nos dice: "He aquí que Jehová vacía la tierra y la desnuda, y trastorna su faz, y hace esparcir a sus moradores. Y sucederá como al pueblo, así al sacerdote; como al siervo, así a su amo; como a la criada, así a su ama; como al que compra, así al que vende; como al que presta, así al que toma prestado; como al que da a logro, así al que lo recibe. La tierra será enteramente vaciada, y completamente saqueada; porque Jehová ha pronunciado esta palabra. La tierra se enlutará y se marchitará; el mundo se enflaquecerá y se marchitará; se enflaquecerán los más altos del pueblo de la tierra. Y la tierra se contaminó bajo sus moradores; porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho, quebrantaron el pacto eterno".
Este pasaje nos muestra que Dios puede utilizar desastres naturales como un medio de juicio sobre la tierra. Cuando los seres humanos traspasan las leyes de Dios, falsean el derecho y quebrantan el pacto eterno, la tierra se contamina y sufre las consecuencias de la maldad humana.
Es importante destacar que el juicio de Dios no es arbitrario ni injusto. Él es un Dios justo y santo que castiga el pecado y la maldad. Aunque no siempre podamos comprender las razones detrás de los desastres naturales, podemos confiar en que Dios está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y manifestar su justicia.
15. La destrucción de la tierra por el pecado en Jeremías 4:23-28
En el libro de Jeremías, encontramos una descripción de la destrucción de la tierra debido al pecado humano. En Jeremías 4:23-28, se nos dice: "Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz. Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Miré, y no había hombre, y todas las aves del cielo habían huido. Miré, y he aquí el campo fértil era un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante de Jehová, delante del ardor de su ira. Porque así ha dicho Jehová: Toda la tierra será asolada; pero no la destruiré del todo. Por esto se enlutará la tierra, y los cielos arriba se oscurecerán; porque hablé, lo pensé, y no me arrepentí, ni desistiré de ello".
Este pasaje nos muestra que la destrucción de la tierra es una consecuencia del pecado humano. Cuando los seres humanos se alejan de Dios y desobedecen sus mandamientos, la tierra sufre las consecuencias de la maldad humana.
Es importante destacar que Dios no desea la destrucción de la tierra ni el sufrimiento humano. Su deseo es que todos los seres humanos sean salvos y vivan en paz. Sin embargo, vivimos en un mundo caído y quebrantado por el pecado, y los desastres naturales son parte de esta realidad.
16. La profecía de Gog y Magog en Ezequiel 38-39
En el libro de Ezequiel, encontramos una profecía sobre una gran batalla que ocurrirá en el futuro entre las naciones de Gog y Magog. En Ezequiel 38-39, se nos dice que Dios permitirá que estas naciones se unan en su contra y las derrotará con una serie de desastres naturales.
Esta profecía nos muestra que Dios tiene el poder y la autoridad para utilizar los desastres naturales como un medio de juicio y cumplimiento de su plan. Aunque no siempre podamos comprender las razones detrás de los desastres naturales, podemos confiar en que Dios está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y manifestar su poder.
17. Terremotos, hambrunas y pestes como señales del fin de los tiempos en Mateo 24:3-8
En el evangelio de Mateo, Jesús habla de los terremotos, las hambrunas y las pestes como señales del fin de los tiempos. En Mateo 24:3-8, se nos dice: "Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores".
Este pasaje nos muestra que los desastres naturales, como los terremotos, las hambrunas y las pestes, son señales del fin de los tiempos. Jesús nos advierte que estos eventos serán cada vez más frecuentes y más intensos a medida que nos acerquemos al fin de la historia.
Es importante destacar que Jesús nos anima a no temer ni a preocuparnos por estas señales, porque son necesarias y forman parte del plan de Dios. En lugar de temer, debemos estar preparados y vivir vidas de fe y obediencia a Dios.
18. Terremotos, pestes y señales en el cielo como señales del fin de los tiempos en Lucas 21:11
En el evangelio de Lucas, Jesús también habla de los terremotos, las pestes y las señales en el cielo como señales del fin de los tiempos. En Lucas 21:11, se nos dice: "Y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo".
Este pasaje nos muestra que los desastres naturales, como los terremotos y las pestes, así como las señales en el cielo, son señales del fin de los tiempos. Jesús nos advierte que estos eventos serán cada vez más frecuentes y más intensos a medida que nos acerquemos al fin de la historia.
Es importante destacar que Jesús nos anima a no temer ni a preocuparnos por estas señales, porque son necesarias y forman parte del plan de Dios. En lugar de temer, debemos estar preparados y vivir vidas de fe y obediencia a Dios.
19. Los jinetes del Apocalipsis y sus consecuencias en Apocalipsis 6:1-8
En el libro de Apocalipsis, encontramos una descripción de los jinetes del Apocalipsis y las consecuencias de sus acciones. En Apocalipsis 6:1-8, se nos habla de los cuatro jinetes que representan la conquista, la guerra, el hambre y la muerte.
Estos jinetes traen desastres naturales y sufrimiento a la tierra. El primer jinete monta un caballo blanco y representa la conquista y la victoria. El segundo jinete monta un caballo rojo y representa la guerra y el derramamiento de sangre. El tercer jinete monta un caballo negro y representa el hambre y la escasez. El cuarto jinete monta un caballo pálido y representa la muerte y el infierno.
Estos jinetes y sus consecuencias nos muestran que vivimos en un mundo caído y quebrantado por el pecado, donde el sufrimiento y los desastres naturales son parte de nuestra realidad. Aunque no siempre podamos comprender las razones detrás de estos eventos, podemos confiar en que Dios está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y manifestar su justicia.
20. Las trompetas del juicio y sus efectos en Apocalipsis 8:7-12
En el libro de Apocalipsis, encontramos una descripción de las trompetas del juicio y sus efectos en la tierra. En Apocalipsis 8:7-12, se nos habla de las primeras cuatro trompetas que causan la destrucción de la tercera parte de la tierra, del mar, de los ríos y de los cuerpos de agua.
Estas trompetas del juicio traen desastres naturales y sufrimiento a la tierra. El sonido de las trompetas desencadena eventos como granizo y fuego mezclados con sangre, la caída de una estrella del cielo y la contaminación de los cuerpos de agua.
Estas trompetas y sus efectos nos muestran que vivimos en un mundo caído y quebrantado por el pecado, donde el sufrimiento y los desastres naturales son parte de nuestra realidad. Aunque no siempre podamos comprender las razones detrás de estos eventos, podemos confiar en que Dios está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y manifestar su justicia.
21. Un terremoto que mata a siete mil personas en Apocalipsis 11:13
En el libro de Apocalipsis, encontramos una descripción de un terremoto que mata a siete mil personas. En Apocalipsis 11:13, se nos dice: "En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo".
Este pasaje nos muestra que los terremotos pueden tener consecuencias devastadoras y causar la pérdida de vidas humanas. Aunque no siempre podamos comprender las razones detrás de estos eventos, podemos confiar en que Dios está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y manifestar su justicia.
22. Las siete copas de la ira de Dios y sus desastres naturales en Apocalipsis 16:17-21
En el libro de Apocalipsis, encontramos una descripción de las siete copas de la ira de Dios y sus desastres naturales. En Apocalipsis 16:17-21, se nos habla de las últimas siete plagas que causan la destrucción de la tierra.
Estas copas de la ira de Dios traen desastres naturales y sufrimiento a la tierra. Las copas contienen eventos como granizo y fuego mezclados con sangre, la contaminación de los cuerpos de agua y un gran terremoto que causa la destrucción de las ciudades de las naciones.
Estas copas y sus efectos nos muestran que vivimos en un mundo caído y quebrantado por el pecado, donde el sufrimiento y los desastres naturales son parte de nuestra realidad. Aunque no siempre podamos comprender las razones detrás de estos eventos, podemos confiar en que Dios está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y manifestar su justicia.
23. La promesa de un nuevo cielo y una nueva tierra sin desastres en Apocalipsis 21:1
En el libro de Apocalipsis, encontramos la promesa de un nuevo cielo y una nueva tierra sin desastres naturales. En Apocalipsis 21:1, se nos dice: "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más".
Esta promesa nos muestra que, en el plan de Dios, habrá un tiempo en el que los desastres naturales ya no existirán. En el nuevo cielo y la nueva tierra, no habrá más sufrimiento ni dolor. Dios restaurará y renovará toda la creación, y viviremos en paz y armonía con él.
Esta promesa nos da esperanza y consuelo en medio de los desastres naturales que enfrentamos en la actualidad. Aunque no siempre podamos comprender las razones detrás de estos eventos, podemos confiar en que Dios está obrando en medio de todas las circunstancias para cumplir su propósito y manifestar su justicia. Y podemos esperar con confianza el día en que viviremos en un nuevo cielo y una nueva tierra sin desastres.
https://www.gotquestions.org/Espanol/Dios-desastres-naturales.html
https://www.compellingtruth.org/Espanol/Dios-permite-catastrofes-naturales.html
https://veritasfidei.org/por-que-dios-permite-los-temblores-y-terremotos/
https://es.quora.com/Por-qu%C3%A9-permite-Dios-desastres-naturales-como-terremotos-huracanes-y-tsunamis
https://vidaesperanzayverdad.org/vida/mal-y-sufrimiento/por-que-permite-dios-los-desastres-naturales/
https://www.clarin.com/sociedad/-dios-permite-catastrofes-_0_R5cnxm3-g.html
https://www.jw.org/es/ense%C3%B1anzas-b%C3%ADblicas/preguntas/biblia-desastres-naturales/
https://laudatosimovement.org/es/news/donde-esta-dios-en-las-catastrofes-naturales/
https://es.catholic.net/op/articulos/30500/cat/224/los-desastres-naturales-son-un-castigo-divino.html
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